Cuando das un paseo por los barrios menos frecuentados de una ciudad te darás cuenta que los servicios de limpieza no dan abasto a recoger tanta basura como se tira al suelo.
Los servicios de limpieza hacen un esfuerzo mayor en los centros de las ciudades, donde hay más transeuntes y los barrenderos suelen pasar con más frecuencia que en la periferia.
Los barrenderos tendrían que limpìar lo mínimo, lo que la naturaleza aporta a las ciudades (hojas, polvo, etc.), o lo que por un accidente se nos haya caido, pero no lo que alegremente arrojamos al suelo (papeles, botellas, latas, colillas, etc.).
Algunos personas piensan que siempre vendrá otro a recoger lo que ellos arrojan al suelo, la verdad es que la basura se va acumulando generando un paisaje desolador para los que no nos gusta vivir entre esos desperdicios, además de todos los problemas de salud que dicha suciedad pueden causar.
Si queréis hacer la prueba, podéis contar las colillas que hay en unos 100 metros en cualquier trozo de acera. Os sorprenderéis!!
(Foto de José Luis Fernández de la Opinión de Zamora)
A veces te das cuenta que la basura está a unos pocos metros de una papelera o de un contenedor, la persona que lo ha tirado no ha tenido intención ninguna de no hacerlo, es una falta de educación y respeto hacia los demás.
Cuando paseo por un pequeño pueblo donde no hay barrenderos el suelo está mucho más limpio, allí los vecinos saben que son ellos mismos los que tendrán que barrerlo al día siguiente y a nadie se le ocurre tirar al suelo de su pueblo nada.
En las ciudades parece que las calles por donde paseamos no son nuestras y así nos va ....
Tenemos que seguir informando y educando para cambiar el paisaje de nuestras ciudades.
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